La incontinencia es más común de lo que se cree
“La incontinencia urinaria es un tema del que habitualmente no se habla, pero es más común de lo que se cree.”
“Las mujeres que no tienen hijos también tienen que preocuparse porque existen temas genéticos asociados a la mala calidad de los tejidos y a esto se suma el estreñimiento, la obesidad y el tabaco, todos factores que predisponen esta condición”, explica Ruth Ochoa, matrona de Clínica Indisa.
No cabe duda que el embarazo es un momento único en la vida de la mujer. Nos preocupamos del peso, comer sano, de tener los controles habituales, pero la incontinencia urinaria no suele ser un tema recurrente de consulta, ni con el ginecólogo ni la matrona. Y claramente debiera ser de vital importancia, ya que es mucho más común de lo que se cree y del cual se debiera comenzar a hablar con absoluta normalidad.
Muchas mujeres se acostumbran a tener que ir al baño de manera más frecuente, o que se les arranque una cierta cantidad de orina cuando estornuda, tose, ríe, va al gimnasio o realiza alguna fuerza. Lo importante es tener conciencia que eso ocurre porque la vejiga está presionada por el bebé y por ende la musculatura se distiende por el peso que está soportando. Por lo que es trascendental realizar ciertos ejercicios perineales para tonificar y así estar en buenas condiciones para el parto -natural o por cesárea- y por ende tener una mejor recuperación.
“Habitualmente es un tema del que no se habla y que tienden a esconderlo porque para ellas no es agradable”, comenta Ruth Ochoa, matrona de Clínica Indisa. “Es bueno que sepan que es más común de lo que uno cree, por lo que deben conversarlo con su médico, ya que la solución está al alcance de la mano”.
La especialista explica que las embarazadas, desde que el vientre les toma cierto volumen, deben realizar los denominados “ejercicios de Kegel”, ejercicios que ayudan a fortalecer la musculatura pélvica. “Éstos no sólo deben ser preventivos sino que también deben realizarse de manera constante, es como ir al gimnasio”. El más básico se realiza cuando se va al baño a orinar y se corta la micción. “En la literatura podemos encontrar recomendaciones de retener la orina desde 10 a 30 segundos. Lo más importante es hacerlo por lo menos tres veces al día. Tampoco mucho más porque cansas el músculo”, explica la matrona. “Este mismo ejercicio, de apretar los músculos, puede ser realizado en cualquier momento y lugar, es decir viendo televisión, mientras almuerzas o vas en la micro”.
En el control de la incontinencia urinaria las matronas juegan un rol fundamental, sobre todo en aquellos partos naturales donde la mujer está pujando por muchas horas. “Parte de nuestra labor es hacer que la mamá tenga un trabajo de parto lo menos traumático posible, por lo que debemos esperar que la guagua baje por el canal del parto para que puje sólo al final, haciendo una buena protección del periné”, enfatiza Ruth Ochoa.
También es fundamental considerar que mantener un peso ideal evita otras alteraciones, como la diabetes gestacional, la resistencia a la insulina y tener bebés muy grandes, lo que también incide en partos más traumáticos. “Las mujeres deben tomar conciencia de que una alimentación saludable no sólo irá en beneficio de su salud y de su guagua, sino que también es un aliado estratégico para evitar la incontinencia porque genera una buena calidad de los tejidos”, agrega la matrona.
En los 40 o 45 días posteriores al parto, la mujer podría presentar algún grado de incontinencia por el impacto que ha habido sobre la zona genital. Y se estima que tras ese período debería estar recuperada y tonificada toda la zona genital y vaginal y ya ser continente. Si pasado ese período sigue goteando un poco de orina, debe consultar a un especialista a la brevedad para iniciar el tratamiento adecuado.
“Las mujeres que no tienen hijos también tienen que preocuparse porque existen temas genéticos asociados a la mala calidad de los tejidos y a esto se suma el estreñimiento, la obesidad y el tabaco, todos factores que predisponen esta condición”, agrega la profesional.
¿Qué son los ejercicios de Kegel?
Los ejercicios de Kegel o ejercicios de contracción del músculo pubocoxígeo, tienen como objetivo fortalecer los músculos pélvicos y mejorar la función del esfínter uretral o rectal. Reciben este nombre por el doctor Arnold Kegel, quien lo desarrolló para sus pacientes en la década de 1940 como método para controlar la incontinencia urinaria. Hoy en día se recomiendan no sólo a las embarazadas, sino también a hombres que padecen esta condición después de una cirugía de próstata y a personas que tienen incontinencia fecal.
Ejercicios para principiantes:
- Vaciar la vejiga.
- Contraer los músculos de la vagina durante tres segundos y relajar. Repetir 10 veces.
- Contraer y relajar lo más rápido que se pueda. Repetir 25 veces.
- Imaginar que se sujeta algo con la vagina, mantener esta posición durante 3 segundos y relajar. Repetir 10 veces.
- Imaginar que se lanza un objeto con la vagina, mantener la posición durante 3 segundos y relajar. Repetir 10 veces.
- Imaginar que se acaricia un objeto con la vagina como una madre a un niño, mantener la posición durante 3 segundos y relajar. Repetir 10 veces.
Estos ejercicios hay que realizarlos tres veces al día.
Ejercicios para iniciadas:
- Tumbarse en el suelo con las rodillas dobladas y las plantas de los pies cara a cara.
- Mantener los músculos del estómago y de la vagina en posición relajada.
- Imaginar mentalmente las paredes interiores de la vagina e intentar acercarlas contrayendo los músculos (no se deben flexionar los músculos del estómago ni presionar los glúteos. Seguir dos veces más.
- Contraer lentamente contando hasta diez.
- Mantener los músculos contraídos con la vagina cerrada contando hasta veinte.
- Relajar contando hasta diez y volver a empezar.
El ejercicio debe hacerse durante diez minutos.
Para saber si están realizándose bien los ejercicios, después de unos cuantos días haciéndolos, se coloca un dedo o dos entre los músculos de la vagina y al contraer se debe notar que la vagina comienza a estrecharse.
“Las mujeres que no tienen hijos también tienen que preocuparse porque existen temas genéticos asociados a la mala calidad de los tejidos y a esto se suma el estreñimiento, la obesidad y el tabaco, todos factores que predisponen esta condición”, explica Ruth Ochoa, matrona de Clínica Indisa.
No cabe duda que el embarazo es un momento único en la vida de la mujer. Nos preocupamos del peso, comer sano, de tener los controles habituales, pero la incontinencia urinaria no suele ser un tema recurrente de consulta, ni con el ginecólogo ni la matrona. Y claramente debiera ser de vital importancia, ya que es mucho más común de lo que se cree y del cual se debiera comenzar a hablar con absoluta normalidad.
Muchas mujeres se acostumbran a tener que ir al baño de manera más frecuente, o que se les arranque una cierta cantidad de orina cuando estornuda, tose, ríe, va al gimnasio o realiza alguna fuerza. Lo importante es tener conciencia que eso ocurre porque la vejiga está presionada por el bebé y por ende la musculatura se distiende por el peso que está soportando. Por lo que es trascendental realizar ciertos ejercicios perineales para tonificar y así estar en buenas condiciones para el parto -natural o por cesárea- y por ende tener una mejor recuperación.
“Habitualmente es un tema del que no se habla y que tienden a esconderlo porque para ellas no es agradable”, comenta Ruth Ochoa, matrona de Clínica Indisa. “Es bueno que sepan que es más común de lo que uno cree, por lo que deben conversarlo con su médico, ya que la solución está al alcance de la mano”.
La especialista explica que las embarazadas, desde que el vientre les toma cierto volumen, deben realizar los denominados “ejercicios de Kegel”, ejercicios que ayudan a fortalecer la musculatura pélvica. “Éstos no sólo deben ser preventivos sino que también deben realizarse de manera constante, es como ir al gimnasio”. El más básico se realiza cuando se va al baño a orinar y se corta la micción. “En la literatura podemos encontrar recomendaciones de retener la orina desde 10 a 30 segundos. Lo más importante es hacerlo por lo menos tres veces al día. Tampoco mucho más porque cansas el músculo”, explica la matrona. “Este mismo ejercicio, de apretar los músculos, puede ser realizado en cualquier momento y lugar, es decir viendo televisión, mientras almuerzas o vas en la micro”.
En el control de la incontinencia urinaria las matronas juegan un rol fundamental, sobre todo en aquellos partos naturales donde la mujer está pujando por muchas horas. “Parte de nuestra labor es hacer que la mamá tenga un trabajo de parto lo menos traumático posible, por lo que debemos esperar que la guagua baje por el canal del parto para que puje sólo al final, haciendo una buena protección del periné”, enfatiza Ruth Ochoa.
También es fundamental considerar que mantener un peso ideal evita otras alteraciones, como la diabetes gestacional, la resistencia a la insulina y tener bebés muy grandes, lo que también incide en partos más traumáticos. “Las mujeres deben tomar conciencia de que una alimentación saludable no sólo irá en beneficio de su salud y de su guagua, sino que también es un aliado estratégico para evitar la incontinencia porque genera una buena calidad de los tejidos”, agrega la matrona.
En los 40 o 45 días posteriores al parto, la mujer podría presentar algún grado de incontinencia por el impacto que ha habido sobre la zona genital. Y se estima que tras ese período debería estar recuperada y tonificada toda la zona genital y vaginal y ya ser continente. Si pasado ese período sigue goteando un poco de orina, debe consultar a un especialista a la brevedad para iniciar el tratamiento adecuado.
“Las mujeres que no tienen hijos también tienen que preocuparse porque existen temas genéticos asociados a la mala calidad de los tejidos y a esto se suma el estreñimiento, la obesidad y el tabaco, todos factores que predisponen esta condición”, agrega la profesional.
¿Qué son los ejercicios de Kegel?
Los ejercicios de Kegel o ejercicios de contracción del músculo pubocoxígeo, tienen como objetivo fortalecer los músculos pélvicos y mejorar la función del esfínter uretral o rectal. Reciben este nombre por el doctor Arnold Kegel, quien lo desarrolló para sus pacientes en la década de 1940 como método para controlar la incontinencia urinaria. Hoy en día se recomiendan no sólo a las embarazadas, sino también a hombres que padecen esta condición después de una cirugía de próstata y a personas que tienen incontinencia fecal.
Ejercicios para principiantes:
- Vaciar la vejiga.
- Contraer los músculos de la vagina durante tres segundos y relajar. Repetir 10 veces.
- Contraer y relajar lo más rápido que se pueda. Repetir 25 veces.
- Imaginar que se sujeta algo con la vagina, mantener esta posición durante 3 segundos y relajar. Repetir 10 veces.
- Imaginar que se lanza un objeto con la vagina, mantener la posición durante 3 segundos y relajar. Repetir 10 veces.
- Imaginar que se acaricia un objeto con la vagina como una madre a un niño, mantener la posición durante 3 segundos y relajar. Repetir 10 veces.
Estos ejercicios hay que realizarlos tres veces al día.
Ejercicios para iniciadas:
- Tumbarse en el suelo con las rodillas dobladas y las plantas de los pies cara a cara.
- Mantener los músculos del estómago y de la vagina en posición relajada.
- Imaginar mentalmente las paredes interiores de la vagina e intentar acercarlas contrayendo los músculos (no se deben flexionar los músculos del estómago ni presionar los glúteos. Seguir dos veces más.
- Contraer lentamente contando hasta diez.
- Mantener los músculos contraídos con la vagina cerrada contando hasta veinte.
- Relajar contando hasta diez y volver a empezar.
El ejercicio debe hacerse durante diez minutos.
Para saber si están realizándose bien los ejercicios, después de unos cuantos días haciéndolos, se coloca un dedo o dos entre los músculos de la vagina y al contraer se debe notar que la vagina comienza a estrecharse.